Esta mezcla sale de la incoformidad con el mundo externo al ver que tenemos que estudiar algo que nos guste, de plata, y nos dé seguridad.

Eso suena bien en la práctica, pero habiendo hecho mil cosas en mi vida, eso era un poco contradictorio. Dar clases, pintar bodegas, trabajar en un callcenter, vender dulces y sánduches para conseguir lo del transporte para ir a la universidad. Esta historia era muy normal en mi círculo social, sin embargo, leer literatura de crecimiento personal y negocios, cambió mi vida completamente.

Estudiar música fue algo que hice de corazón y que por amor, volvería a hacer; sin embargo, por el mismo amor y la pasión que le tengo no la quería sacrificar como medio de producción económica… Es por eso que entra el marketing digital en mi vida.

Luego de entender que hay mucha abundancia en el mundo, en mi último semestre de la universidad busqué algo que me gustara y a la vez fuera “más rentable” que la música.

Me vendí esa historia y así fue que comencé a estudiar de todo relacionado muy rápido: anuncios, diseño de páginas, email marketing, manejo de RRSS, etc.

Con esta formación inicié como Asistente Virtual en una empresa de Estados Unidos y logré manifestar esa búsqueda que había hecho: trabajo remoto, pago en dólares, manejo de mi tiempo y en marketing.

Con esto, he podido trabajar en muchas industrias como salud y belleza, coaching, inversores de Real Estate, entrenadores deportivos, influencers, y músicos, brindándole los servicios que he podido adquirir y lo mejor de todo, viajando por el mundo.

Hoy he logrado viajar mucho más que esas personas con las que me comparaba y puedo decir que tengo un estilo de vida mucho más tranquilo.

Luego de estos años trabajando de freelance, quiero retarme ahora a enseñar a otro a lograrlo siguiendo sus pasiones y sabiendo callar esa síndrome del impostor que a diario nos retiene a buscar nuestros objetivos y vida que deseamos.